Buscar este blog

La verdadera Iglesia de Dios...

La verdadera Iglesia de Dios...

Nos iluminaste con la Luz de Cristo...

Nos iluminaste con la Luz de Cristo...

estrella-de-navidad-imagen-animada-0041

domingo, 19 de octubre de 2014

Letanías a los Santos y Beatos Pontífices Romanos




El 19 de octubre de 2003, el Papa polaco Juan Pablo II (Karol Wojtila) beatificaba a la Madre Teresa de Calcuta. Seguramente no se imaginaba que once años después, en el mismo día, el argentino Jorge Mario Bergoglio, creado cardenal por el mismo Pontífice polaco, y elegido Papa con el nombre de Francisco, beatificaría al Papa italiano Pablo VI (Giovanni Battista Montini), en una multitudinaria Misa,  en la que participaría nada menos que el gran Papa Emérito Benedicto XVI (el alemán Joseph Ratzinger), quien había beatificado al Papa Wojtila, inmediato Predecesor suyo, el 1° de mayo de 2011. 

La Misa en la que el Sumo Pontífice Francisco, ante el Papa Emérito, beatificó a un Predecesor de ambos, traía a la memoria la que se celebrara en el mismo año 2014 casi cuatro meses antes (27/04), en la que Francisco, también en presencia de Benedicto XVI, había canonizado a dos Predecesores de ambos, Juan XXIII (Angelo Roncalli), "el Papa Bueno", y Juan Pablo II, "el Papa Peregrino", acontecimiento que pasó a la historia como la "Misa de los cuatro Pontífices", a la que dediqué una entrada. (Dos años después, Francisco canonizaria a la madre Teresa, el 4 de septiembre de 2016).

En 2018, el 14 de octubre, este mismo Pontífice presidiría la canonización de Pablo VI, añadiendo otra perla refulgente a la diadema de los Pontífices Romanos. Casi cuatro años después, dicha diadema habría de emitir nuevos fulgores pues otro Vicario de Cristo, sería beatificado por el Papa argentino: el también italiano Juan Pablo I (Albino Luciani), "el Papa de la sonrisa". Era el 4 de septiembre de 2022, el mismo día que, como ya se dijo, había sido canonizada la madre Teresa cuatro años antes.

He aquí otra muestra evidente de por qué el siglo XX puede ser llamado "Siglo de Oro de los Papas", como dije en esa misma entrada. En efecto, todos los Papas de ese período han sido modelo de fidelidad a Cristo y a la Iglesia, y de amor y entrega al rebaño que se les encomendó. No dudo de que, con el tiempo, se irán reconociendo las virtudes heroicas de cada uno.

No podemos ignorar la realidad de los "Papas no ejemplares" en la historia. Es cierto que los hubo. En ellos pudo más la debilidad humana que la gracia de Dios, a la que en muchos casos se resistieron.

Pero en esta entrada, quiero rendir homenaje a los Santos y Beatos Papas de todos los siglos, es decir, a aquellos que sí se dejaron modelar por el Amor del Divino Hacedor y fueron iconos auténticos de Jesús, el Buen Pastor que da su vida por las ovejas.

Por eso, y en honor de todos ellos, comparto con el lector las siguientes letanías, extraídas de una versión de las Laudes regiæ, famosa y extensa súplica litánica de invocación a los santos por la Iglesia, por su jerarquía y fieles.

La respuesta a las invocaciones marianas y de los Papas es "ruega por nosotros", como es tradicional en la liturgia.  En las Laudes regiæ es "Tu/Vos illum/illos/illo adiuva/adiuvate".

En rojo se hallan los datos del origen del Papa y de la duración de su Pontíficado:



"Letanías a los Santos y Beatos Pontífices Romanos"

Señor, ten piedad
Cristo, ten piedad,
Señor, ten piedad,

Santa María, Madre de Dios, ruega por nosotros
Santa María, Madre de la Iglesia,
Santa María, Salus Populi Romani,

San Pedro (Galilea, 33-67), ruega por nosotros

San Lino (Tuscany, 67-76),

San Anacleto (Cleto), (Roma, 76-88),

San Clemente I (Roma, 88-97),

San Evaristo (Grecia, 97-105),

San Alejandro I (Roma, 105-115),

San Sixto I (Roma, 115-125),

San Telésforo (Grecia, 125-136),

San Higinio (Grecia, 136-140),

San Pío I (Aquileia, 140-155),

San Aniceto (Siria, 155-166),

San Sotero (Campania,166-175),

San Eleuterio (Grecia, 175-189),

San Víctor I (África, 189-199),

San Ceferino (Roma, 199-217),

San Calixto I (Roma, 217-222),

San Urbano I (Roma, 222-230),

San Ponciano (Roma, 230-235),

San Antero (Grecia, 235-236),

San Fabián (Roma, 236-250),

San Cornelio (Roma, 251-253),

San Lucio I (Roma, 253-254),

San Esteban I (Roma, 254-257),

San Sixto II (Grecia, 257-258),

San Dionisio (Turio, 259-268),

San Félix I (Roma, 269-274),

San Eutiquiano (Luni, 275-283),

San Cayo (Dalmacia, 283-296),

San Marcelino (Roma, 296-304),

San Marcelo I (Roma, 308-309),

San Eusebio (Grecia, 309-309),

San Melquíades (África, 311-314),

San Silvestre I (Roma, 314-335),

San Marcos (Roma, 336-336),

San Julio I (Roma, 337-352),

San Liberio (Roma, 352-366),

San Dámaso I (España, 366-384),

San Siricio (Roma, 384-399),

San Anastasio I (Roma, 399-401),

San Inocencio I (Albano, 401-417),

San Zósimo (Grecia, 417-418),

San Bonifacio I (Roma, 418-422),

San Celestino I (Roma, 422-432),

San Sixto III (Roma, 432-440),

San León I -Magno- (Toscana, 440-461),

San Hilarión (Caller, 461-468),

San Simplicio (Tívoli, 468-483),

San Félix III (Roma, 483-492),

San Gelasio I (África, 492-496),

San Anastasio II (Roma, 496-498),

San Símaco (Cerdeña, 498-514),

San Hormisdas (Frosinone, 514-523),

San Juan I (Populonia, 523-526),

San Félix IV (Benevento,526-530),

San Agapito I (Roma, 535-536),

San Silverio (Roma, 536-537),

San Gregorio I -Magno- (Roma, 590-604),

San Bonifacio IV (Abruzo, 608-615),

San Adeodato I (Roma, 615-618),

San Martín I (Roma, 649-655),

San Eugenio I (Roma, 654-657),

San Vitaliano (Segni, 657-672),

San Agatón (Palermo, 678-681),

San León II (Sicilia, 682-683),

San Benedicto II (Roma, 684-685),

San Sergio I (Siria, 687-701),

San Gregorio II (Roma, 715-731),

San Gregorio III (Siria, 731-741),

San Zacarías (Grecia, 741-752),

San Pablo I (Roma, 757-767),

San León III (Roma, 795-816),

San Pascual I (Roma, 817-824),

San León IV (Roma, 847-855),

San Nicolás I -Magno- (Roma, 858-867),

San Adrián III (Roma, 884-885),

San Gregorio VII (Toscana, 1073-1085),

Beato Víctor III (Montecassino, 1086-1087),

Beato Urbano II (Francia, 1088-1099),

Beato Eugenio III (Pisa, 1145-1153),

Beato Gregorio X (Plasencia, España, 1271-1276),

Beato Inocencio V (Francia, 1276),

San Celestino V (Isernia, 1294, [renunció] +1296),

Beato Benedicto XI (Treviso, 1303-1304),

Beato Urbano V (Francia, 1362-1370),

San Pío V (Bosco, 1566-1572),

Beato Inocencio XI (Como, 1676-1689),

Beato Pío IX  (Marca de Ancona, 1846-1878),

San Pío X (Riese, 1903-1914),

San Juan XXIII (Bérgamo, 1959-1963),

San Pablo VI (Concesio, 1963-1978),

Beato Juan Pablo I (Canale D'Agordo, 26/8/1978-28/091978),

San Juan Pablo II (Polonia, 1978-2005),

Todos los Santos y Beatos Pontífices Romanos,  rueguen por nosotros.

(Las letanías pueden concluirse con la tradicional invocación al Cordero de Dios).


19 de octubre de 2014, domingo XXIX del Tiempo Ordinario.
(Última actualización de la entrada: 03/09/22).



1 comentario:

  1. Languedoc se reafirmó en su resolución gracias al consejo de un ermitaño llamado Widmar y se retiró a la abadía de Saint-Seine cerca de Dijon, donde le nombraron ecónomo. Sus hermanos de religión le detestaban por severo (negaba el vino que concedía la regla), y los rigores de su ascesis parecían echarle https://noticiasdelalin.es/invertir-en-bienes-raices-o-acciones/

    ResponderEliminar